La violencia es un fenómeno de difícil medición, sin embargo, medir mejor la violencia es un requisito necesario para entenderla y así diseñar políticas efectivas para reducirla.

CERAC adelanta proyectos para la medición de la violencia política no asociada al conflicto interno y las formas de violencia relacionadas con la actividad criminal organizada asociada al tráfico de narcóticos. También se han desarrollado proyectos que buscan medir formas particulares de violencia (masacres, por ejemplo) o violencia que afecta a grupos poblacionales específicos (mujeres, jóvenes, niños, niñas y adolescentes, trabajadores sindicalizados o miembros de partidos políticos o grupo sociales diferenciados, entre otros).

La metodología que se ha desarrollado en CERAC tiene como principales unidades de análisis, el “evento” y la “víctima”. Nos referimos al evento como al hecho o acciones violentas que suceden en un lugar y en un momento. Por víctimas de la violencia nos referimos a las personas que sufren un daño físico o psicológico como consecuencia de las acciones violentas en el marco de evento. En cada caso se registran y codifican múltiples parámetros en un sistema de base de datos relacional con tablas jerárquicas.

La metodología que se ha desarrollado para medir la violencia está en constante actualización y adaptación, debido a las dinámicas que impone la Transformación de la Violencia.

De igual manera, la construcción de las bases de datos es un trabajo continuo, no sólo porque la violencia se mantiene, sino porque a diario nueva información que surge debe ser codificada e incluida.